Alquiler: cuando el precio no lo es todo
Opinión
Alquiler: cuando el precio no lo es todo
Fernando Lacadena
19/10/2022
La actualidad sobre el sector del alquiler está dominada, desde hace ya algunos años, por noticias acerca casi exclusivamente del mercado residencial y, sobre todo, por el precio de los alquileres. Asuntos, sin duda, de interés. De hecho, éste es uno de los aspectos más llamativos de la futura Ley de Vivienda, ahora en tramitación parlamentaria.
Pero el mercado del alquiler es más complejo y afecta al día a día de todos nosotros de muchas otras maneras, algo de lo que no se habla tanto. Si lo pensamos bien, gran parte de nuestra jornada transcurre bajo techo: vamos de casa a la oficina, compramos en tiendas y centros comerciales, pasamos nuestras vacaciones en hoteles muchos de estos espacios son realidades que tienen que ver con el sector del alquiler. En ASIPA lo sabemos bien, pues nosotros socios están presentes en todos estos sectores de actividad: viviendas, locales, centros comerciales, oficinas, parkings, hoteles y otros espacios de almacén y logística.
Entonces, ¿cuáles son esos otros asuntos relevantes de los que no se habla tanto?
Por ejemplo, de la eficiencia energética de los edificios para contribuir a la lucha contra el cambio climático. Aunque los criterios sobre eficiencia energética tienen cada vez más peso al construir o reformar un edificio, el sector sigue demandando políticas públicas más eficaces, por ejemplo a través de incentivos fiscales que promuevan este tipo de edificios más verdes y sostenibles. Según un estudio de ESG G-advisory, filial de Garrigues, reducir la carga impositiva de las actuaciones destinadas a la mejora de la eficiencia energética de determinados inmuebles tendría un impacto de 4.720 millones en la mejora del PIB entre 2021-2030.
Tampoco se presta toda la atención necesaria a la accesibilidad en centros y parques comerciales, donde no se ha avanzado tanto como en viviendas u oficinas, por ejemplo. Para ello, la Fundación ONCE ha elaborado una guía de accesibilidad a estos espacios que pronto verá la luz y que servirá para mejorar la experiencia de ocio de aquellas personas con discapacidad que acuden a estos espacios.
Otros asuntos no acaban de solucionarse: un ejemplo que lleva tiempo sin resolverse es el Impuesto de Plusvalía Municipal, cuyo ajuste a las últimas sentencias anulatorias está siendo tramitado en el Congreso de los Diputados con un ritmo que no se adecua a la importancia de resolver una situación de incertidumbre que afecta a miles de ciudadanos cada vez que compran o venden una vivienda.
Como tema recurrente está la necesidad de agilizar las licencias urbanísticas municipales. ¿Quién no ha sufrido retrasos en obras de reforma o adecuación a la espera de una licencia, con el impacto que tienen actualmente estos retrasos en los incrementos de costes de los materiales? Recientemente, el Ayuntamiento de Madrid ha aprobado una nueva ordenanza que ofrece mayor transparencia y agilidad y otorga más importancia a las declaraciones responsables que va en la dirección correcta, y que serviría como punto de referencia para otros ayuntamientos de España a seguir la misma senda.
Por otro lado, es necesario reformar la Ley de Propiedad Horizontal para flexibilizar la norma de la unanimidad para la adopción de acuerdos en Comunidades, un requisito que data del siglo XIX y que en muchas ocasiones sirve para bloquear reformas y otras decisiones que afectan a los edificios. La solución actual es revisar casos concretos para no exigir la unanimidad en cierto tipo de decisiones pero lo justo y eficaz sería fijar un mismo criterio que aporte seguridad jurídica, y que no sea más que un parche.
En la lista de temas olvidados destaca otro relevante: es necesario iniciar una reflexión sobre las oficinas que se instalan en pisos y espacios residenciales. Porque más allá de ser una forma de competencia desleal para aquellos propietarios que alquilan espacios destinados para uso de oficinas que tienen una normativa de seguridad, accesos, etc., mucho más exigente, también supone retirar del mercado viviendas aptas para alquiler residencial. Poner esta oferta en el mercado sería, así, un mecanismo que ayudase a aliviar el problema que genera actualmente la escasez de vivienda disponible.
Por último, y como consideración general, para el sector es vital la necesidad de tener seguridad jurídica que permita planificar y ejecutar proyectos de largo plazo, que son los que se llevan a cabo en esta actividad. Desafortunadamente, en el ultimo periodo hemos vivido como la normativa aplicable se modifica recurrentemente según intereses partidistas de corto plazo. Estos vaivenes están perjudicando la actuación inversora en este sector que busca el bienestar de los usuarios de los edificios y la creación de actividad económica y de puestos de trabajo.
Como vemos, son muchos y diversos los asuntos candentes que el sector patrimonialista tiene en la agenda. Es, por tanto, imprescindible abordarlos cuanto antes para así lograr un sector, y un mercado, que de forma profesional esté a la altura de las necesidades de todos los ciudadanos.
https://www.eleconomista.es/opinion/noticias/11997409/10/22/Alquiler-cuando-el-precio-no-lo-es-todo.html